domingo, 15 de julio de 2012

Just breathe

Hay cosas que damos por sentado, cosas que creemos que son inmortales y estarán por siempre, cosas que son asi como una clase de superhéroes rockstars, cosas como los padres, cosas como mi papá, único, incomparable, invensible, irremplazable, inolvidable, luchador, amador de la justicia y de la vida.. Mi papá. Nunca supe lo afortunada que era por tenerte envejeciendo a mi lado mientras yo crecía al tuyo, y es porque cosas como tú, personas como tú, deberían estar a mi lado siempre e indeterminadamente, porque son indispensables, porque es imposible imaginarse una vida sin ellas, sin su aliento, sin esas ganas, porque nunca terminas de recibir ni entregar, nunca es suficiente, nunca dejas de aprender, nunca dejas de ser un estúpido, nunca dejas de extrañar, nunca dejan de hacerte falta, y eso eras tú papito, eso eras y serás siempre. El vacío que dejaste jamás nadie podrá llenarlo, jamás nadie podra reemplazarlo, fuiste el más grande y lo serás siempre. Nunca pensé si quiera estar enfrentando un momento como éste, creo que nunca nadie lo querría y yo menos. Jamás pensé estar resistiendo a un momento como éste, pero pienso en tí y en tu fuerza, en tu poder y tus ganas y no me queda otra opción que estar de pié, porque pienso en tí y me siento poderosa, fuerte y dispuesta a soportar todo lo que venga, porque pensé que no sería nada, pero lo soy todo, soy íntegra, estoy entera y con la cabeza más en alto que nunca, todo lo que soy, te lo debo a tí, incluso mi carácter de mierda. Hoy día estoy como se supone que debo estar, un poco aturdida, pero de pié. Siempre voy a extrañarte, y siempre me harás falta, tu aroma, tus abrazos, tus palabras, tu risa, mis ojitos verdes, pero nunca te olvidaré y serás mi aliento cada día, siempre que me sienta triste, siempre que sienta que no puedo más, ahí estarás para recordarme lo fuerte y luchador que fuiste y como se supone que debo ser. Una vida no alcanza para agradecerte todo lo que fuiste e hiciste por mi, y todo lo que eres y haces por mi aún en tu ausencia. Gracias por entregarme todo lo que sé y todo lo que soy, por entregarme un norte, por entregarme valores y principios intransables e intangibles. Eres un ejemplo de hombre en todo sentido, incluso un ejemplo como alma, un ejemplo de vida, estoy tan orgullosa de llevar tu apellido en mis venas, igual, no me habría enojado si sacaba tus ojos verdes, mis lucesitas sonrientes y brillantes que apagan hasta la más cruda y fría de las oscuridades. Gracias por ser el hombre, el amigo, el esposo y el padre que fuiste, los que aún estamos en esta lucha que es vivir te recordamos con tus mejores defectos y tus mejores virtudes, lo que te hizo lo que fuiste y hoy más que nunca en adelante eres, un equilibrio. Te recordamos como te mereces ser recordado y te amamos como te mereces ser amado. Jamás dejaré de extrañarte, jamás dejarás de hacerme falta, jamás dejaré de amarte y jamás en la vida dejaré de recordarte, y también sé de Alguien que no lo hará, que te tiene en su memoria desde el momento en que viste entrar por tu pupila el primer rayo de luz de éste mundo hasta el último, y que por Él, yo tengo la convicción y la fé absoluta de que volveré a reencontrarme contigo, con tus abrazos y tus ojos verdes, y juntos estaremos leyendo esto y contándote qué pasó después de que el mundo dejó de sentir tus latidos, en cómo fui capáz de soportar, sobrellevar y sobrevivir a tu pérdida gracias a lo que me entregaste y gracias a Dios. Juré que lucharía por encontrarte y así será, y si tengo la tranquilidad y la fuerza que tengo hoy es porque no tengo tiempo para deprimirme y echarme a morir, sólo tengo tiempo para luchar y tratar de alcanzarte y cumplir mi promesa. Tu luz y tu aliento en este mundo ya no están, pero yo puedo sentirlas hasta los últimos días e incluso por tiempo indefinido. La huella que dejaste quedó impregnada en este mundo y en cada uno de los que te conocimos, y puedo asegurar que incluso en esas personas que conociste por cinco segundos al intercambiar unas cuantas palabras. La vara la dejaste inalcanzablemente alta, y no me perdonaría jamás en la vida compartir mi vida con un hombre que no esté a tu altura o cerca de ella, no me perdonaría jamás no intentar alcanzarte. Te amo con todo y absolutamente todo mi corazón. El resto te lo susurré todo al oído. Eres mis ganas, mi fuerza y mi aliento, no importa lo que los demás digan, piensen y opinen, sólo dos sabemos como siento y como son las cosas, y a Él le pido cada día que te tenga en su memoria. Descanza, que aquí queda una larga y dura estadía, pero siempre te llevaré en mis huesos. You're still there for me wherever there might be. Audio: Pink Floyd - Wish You Were Here.

No hay comentarios: