that's not the shape of my heart

Escalofríos desde el último rincón del suelo al último hilo del cielo. Me escondí tras la oscuridad, algo golpeo mis alas y estas se estremecieron, dejé de parecer un querubín. Me dejé llevar a otro mundo con apasionados latidos alocados de eufórica excitación en mis venas ácidas, pero los hilos de seda sólo se convirtieron en plástico y algo más, y yo en otra más. Supongo que es la manera de su forma revoloteantemente tramposa de hablarte, seducirte, envolverte, elevarte, ensuciarte y dejarte caer... Me siento tan parte de otra "maravillosa" hazaña, tan ingenua y tan sucia, de ese tipo de suciedad que no se quita de la ropa.
Lo real ya no existe, yo no existo, y en dos minutos más esto no significará nada para ti.
Ojalá el vino que te envuelve pudiera borrar de mi piel los restos de tu carne, y arrancar de mis sueños el delirante enamoramiento de tus labios.
Dejé morir el sol a los pies de tus deseos y dejé caer mis alas en un lecho de pensamientos placenteramente venenosos que se convirtieron en distancia que el tiempo guarda como reliquia en su puño apretado dentro de su bolsillo, el dolor se abalanza sobre mis suspiros de angustia que me desgarran los párpados humedeciendo mis deseos más recónditos en lo más profundo de mis sueños. Despelleja tus promesas de mi piel, quiebra lo más profundo de mis ojos con tu pasión, incendia mi voz y trágate tus palabras, y ahógate, y destrózame