Ignoré mi inocencia y mi amor en tus sábanas, dejando tu placer carnal y egoísta impregnado en mis alas mientras el ocaso se caía a pedazos y yo buscaba un arcoíris en el horizonte vertical del cielo, en tanto los pensamientos colapsan y los sentimientos se desparraman en mercurios infinitos.
El pasado se estremece y el presente se arranca por la ventana más cotidianamente cercana, los recuerdos que me desgarran y los sentimientos que me chocan, los pensamientos que me envuelven...
Viste de negro los proyectos que sembré en lo más blanco de tu techo, y trágate el resto y ahógate.
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