martes, 25 de mayo de 2010

Di st orc ió n

Creo que me gusta envolverme en mil sentimientos para luego terminar en un terremoto de gritos desquiciantes, me gusta lo desquiciante. Perder una noción difícil de llevar en un segundo, para luego derramar sueños y desparramarlos por rincones imposibles donde la búsqueda no sea una condición, sino un misterio. Donde las reglas sean que nuestras risas lloren masoquistamente por una eternidad y la desesperación se vuelva un delirio dementemente maniático. Que ni los sueños recolectados con el fin de perderlos nos quiten la cordura de nuestros delirios y que lo que nos desquicia se vuelva normal... Voy a dormir y a olvidarme de mi por un rato.-

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